¿Por qué deberías deshacerte de la riñonera en tus excursiones?
- Accès Kernel
- 11 jun
- 3 Min. de lectura

En senderismo, elegir el equipo adecuado es esencial; hay que evitar a toda costa las molestias, los golpes, el mal reparto del peso, los materiales dolorosos... Para responder a esta necesidad, te proponemos la alternativa ideal al riñonera: las bolsas de cintura. Prácticas, cómodas y estéticas, te permiten llevar todos tus esenciales a donde quieras y tenerlos siempre a mano, ¡todo sin la sensación de estar cargando con algo!
Y sí, su mayor ventaja es que sabe hacerse olvidar, a diferencia de la riñonera.
¿Cuáles son los inconvenientes de una riñonera para el senderismo?
¡Porque los acompaña con estilo en su día a día!
Antes de ponerse las botas de senderismo y lanzarse a los caminos, es importante pensar en la distribución del peso y en la ergonomía del transporte. ¡Y en este ámbito, la riñonera ya no tiene lugar! Aunque puede ser útil en ciertas situaciones, no siempre está a la altura y puede causar una sensación de decepción… Lo que no ocurre con nuestras bolsas de cintura.
La capacidad de almacenamiento limitada
Uno de los primeros problemas de la riñonera es su formato, su capacidad de almacenamiento que es limitada. Una barra de cereales, un teléfono y unas llaves caben, claro, pero todo lo demás entra con dificultad; no encontrarán su lugar allí. Entonces, en recorridos más largos o inciertos, que requieren tener más elementos a mano, ¡hay que hacer una elección!
La mala distribución del peso
Llevada en la cintura o en bandolera, la riñonera concentra el peso en un solo punto del cuerpo. Esta distribución asimétrica puede parecer insignificante en distancias cortas, pero tras unas horas de senderismo, provoca dolores localizados: en la espalda, las caderas o los hombros, según cómo se lleve.
A diferencia de una mochila bien ajustada, y de nuestras bolsas de cintura, que distribuyen el peso, la riñonera desequilibra la postura y cansa más rápidamente; todo eso por una mala distribución del peso.
La accesibilidad
Uno de los argumentos que se suelen presentar para defender este accesorio retro de los años 90 es la accesibilidad; y es cierto que basta con unos segundos para meter la mano... Pero esta ventaja rápidamente se convierte en un inconveniente en senderos más técnicos. Tener que ajustar o mover un accesorio de este tipo durante una subida o bajada puede ser molesto, incluso peligroso.
Y no olvidemos que una riñonera demasiado llena pierde maniobrabilidad y obliga a detenerse para buscar lo necesario.
La inestabilidad en movimiento
En terrenos irregulares, tiende a moverse, rebotar o girar alrededor de la cintura, y esta inestabilidad en movimiento molesta rápidamente e impone ajustes constantes. Con el tiempo, eso distrae y dificulta el avance. En recorridos donde la atención y el equilibrio son primordiales, este inconveniente puede ser un verdadero problema.
¿Nuestras bolsas tienen bolsillos lo suficientemente grandes?
¡Sí, permiten tener a mano numerosos esenciales!
Nuestras bolsas de cintura han sido pensadas para complementar el equipo del senderista sin reemplazarlo; por eso se integran perfectamente con el conjunto, sin interferir con el uso de una mochila de senderismo clásica. Su diseño le permite permanecer discreta al mismo tiempo que ofrece una solución de almacenamiento mucho más eficaz que una riñonera.
Gracias a bolsillos más profundos y más amplios, por fin es posible transportar todo lo necesario sin sentirse sobrecargado: smartphone, documentos, llaves, monedero, tentempiés, pequeñas herramientas o accesorios para mascotas… Cada objeto encuentra su lugar sin necesidad de estar amontonado, lo que permite un acceso más rápido e intuitivo.
Así que ya ves que la riñonera en senderismo es una solución que puedes olvidar, ¡poco adaptada a la realidad! Invierte en unas bolsas de cintura y gana en comodidad, capacidad de almacenamiento y libertad de movimiento. Es una elección más reflexiva, más práctica y, sobre todo, más coherente con las necesidades del terreno.
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